Turistas cruceristas prefieren destino República Dominicana
Desde la costa de Punta Cana y la Península de Samaná, hasta Santo Domingo, La Romana o la costa norte de Puerto Plata, cada año innumerables cruceros incluyen a República Dominicana en su itinerario. Y razones no faltan: sitios cargados de historia y cultura, numerosas playas de agua turquesa ideales para hacer snorkel, una exuberante naturaleza y opciones de aventura garantizan a los cruceristas de todo el mundo las experiencias más inolvidables.
“Nuestro destino ofrece a los visitantes una infinita variedad de excursiones y paseos para todas las edades, intereses y gustos. Una vez en tierra, y gracias a las cortas distancias de nuestro país, los turistas tienen la oportunidad única de visitar en una misma escala los más variados y encantadores escenarios del Caribe”, afirma Magaly Toribio, asesora de Marketing del Ministerio de Turismo de República Dominicana (MITUR).
Viajar en crucero es una tendencia consolidada en todo el mundo y las cifras oficiales de República Dominicana así lo reflejan. En los últimos cuatro años, el país recibió más de 4 millones de visitantes por esa vía, con un crecimiento del 105.33% en el periodo 2014-2018.
Con una ubicación geográfica privilegiada, en la desembocadura del río Ozama en el Mar Caribe, Santo Domingo, la ciudad capital del país, es una de las escalas más cautivantes por su gran riqueza cultural. Al cruzar el puerto se encuentra la Ciudad Colonial, la primera ciudad establecida por los españoles en el Nuevo Mundo, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, ideal para recorrer caminando o a bordo del Chu-Chu Tren.
La histórica calle Las Damas alberga edificaciones emblemáticas, como la Fortaleza Ozama, la más antigua de América; el Alcázar de Colón, un palacio de estilo gótico y renacentista que fue casa de Diego Colón, hijo de Cristóbal Colón; y la primera catedral de América, cuya construcción data de 1540. La calle el Conde, la primera calle comercial del Nuevo Mundo, sigue siendo la zona comercial peatonal más popular. A lo largo de 10 cuadras, esta calle adoquinada está llena de restaurantes, cafés, tiendas de recuerdos y vendedores de arte en la calle.
Los numerosos museos y galerías de la Ciudad Colonial son una oportunidad excepcional para conocer el arte local y la historia. La experiencia cultural puede completarse con el paladar: hay restaurantes para todos los gustos, que ofrecen los más deliciosos platillos preparados por reconocidos chefs locales e internacionales. Y un dato fundamental: como toda ciudad capital, Santo Domingo es un lugar excelente para hacer compras. Un paseo recomendado es visitar las tiendas de diseñador en los centros comerciales, en especial Blue Mall y Ágora.Un recorrido de la ciudad entera normalmente dura de dos a cuatro horas dependiendo de la ruta o las preferencias de actividades.
Por su parte, los cruceristas que hagan escala en Puerto Plata, en la costa norte, quedarán deslumbrados ante las hermosas casas victorianas y edificaciones del siglo XIX que abundan en el corazón de la ciudad, así como con la Fortaleza San Felipe -sobre el Malecón-, que los españoles construyeron en 1541. Dos visitas atractivas son el Museo del Ámbar, para conocer esta famosa joya prehistórica de la zona, y la fábrica de Ron Brugal, el emblemático ron dominicano.
A unos 60 kilómetros de Puerto Plata, las ruinas de La Isabela son un imán para los amantes de la historia y la cultura, dado que albergan los restos de la primera residencia de Cristóbal Colón en el Nuevo Mundo y de la primera iglesia donde se celebró una misa. En el área de las ruinas se encuentran el Templo de las Américas, una versión moderna de aquella iglesia original, y un museo del sitio.
Para los amantes de los deportes acuáticos… ¡esta es la mejor escala! Cerca de Puerto Plata, el pueblo de Cabarete ofrece las mejores playas para practicar surf, kiteboarding, windsurf y SUP, mientras que Sosúa es un buen lugar para bucear. Si se cuenta con una escala de, al menos, cuatro horas, visitar el pequeño y paradisíaco Cayo Arena, frente a las playas de Punta Rucia y La Ensenada, es una excursión soñada.
Si de aventura se trata, los cruceristas disfrutarán de subir en teleférico hasta la cima del monte Isabel de Torres, una emocionante experiencia que ofrece vistas y paisajes impresionantes. Dependiendo de la hora y el tiempo con que se cuente, se puede realizar un tour a los 27 Saltos de Damajagua, donde sentirán la adrenalina saltando de cascada en cascada, o hacer un safari en buggies 4×4 para explorar las bellezas únicas que se encuentran en el interior de la costa norte. Algo importante a tener en cuenta es que ambas excursiones tienen una duración de entre 4 y 6 horas desde el momento en que se desciende del barco.