Turismo

Los 23 años del Parque Nacional Canaima como Patrimonio de la Humanidad

En Bolívar, Venezuela…

En un lugar ideal para contemplar espectaculares bellezas naturales, repleto de vastas sabanas y densas selvas bañadas por ríos caudalosos se encuentra el escenario más imponente del planeta el Parque Nacional Canaima. Ubicado al sureste de la nación en el estado más grande de Venezuela, Bolívar “La puerta del sur de Venezuela”.

Con una superficie de 30 mil kilómetros cuadrados de extensión, es considerado el segundo parque nacional más grande de Venezuela. Este espacio ancestral que cuenta con 65% de su extensión caracterizado por tepuyes, se ha posicionado como un territorio que atrae la curiosidad de diversos estudios de científicos, historiadores y millones de turistas quienes caen a los pies de tanta inmensidad y riquezas.

Los venezolanos ratifican su orgullo por poseer una joya natural, exhibida internacionalmente que renueva el compromiso para preservar cada área que se respira en ese maravilloso lugar llamado Canaima. En el año 1994 es declarada como Patrimonio Natural de la Humanidad, por sus múltiples maravillas, entre ellas la reserva natural que cuenta con relieves abruptos únicos en todo el mundo y hogar ancestral de la cultura indígena pemón.

Hablar de este pulmón vegetal, es mencionar una diversidad paisajística para el disfrute de todos aquellos que deseen conocer esta naturaleza milenaria. Un epicentro de rica variedad de flora y fauna, además de los legendarios tepuye; la preservación de asentamientos indígenas, ricos en historia y tradición, las impresionantes cascadas, saltos y lagunas, la gama de colores y texturas naturales, catapultan el Parque Nacional Canaima como la primera opción turística para los extranjeros.

Decidir aventurarse hacia el extremo oriental del Parque Nacional Canaima, es tener un boleto seguro para conocer el sitio mágico y energético, origen del escudo guayanés. Este inolvidable viaje inicia en Ciudad Bolívar donde la autopista conduce hasta Upata, atravesando Ciudad Guayana, centro industrial del país donde confluyen el soberbio Río Orinoco y el caudaloso Río Caroní. En la vía es posible encontrar las emblemáticas poblaciones de El Callao, El Dorado, Las Claritas y Tumeremo.

La bitácora para la imponente selva y sabana se va apostando sobre la vía, donde es posible vislumbrar diferentes bellezas naturales que impacta a la vista y a la misma experiencia humana entre ellos: los tepuyes más conocidos son el Monte Roraima, el más alto y fácil de escalar de todo el parque, y el Auyan-tepui, el más visitado, pues en este se encuentra la caída de agua más alta del mundo, el Kerepacupai.

Salto Tarotá, es un salto pequeño, de uso turístico, en las inmediaciones de una zona militar que recibe a los fanáticos de la tranquilidad y la paz. Al continuar en la vía es posible divisar, en el cruce del eje de Kavanayén, el Salto Aponwao (Chinak Merú). En este legendario lugar existe una comunidad organizada que cuenta con posadas y restaurante para los turistas.

En las inmediaciones, y muy cerca de este lugar, se encuentra Torón y Toroncito, dos saltos de aguas oscuras de paisaje excepcional, que recuerda, gracias a su sencilla hermosura, la responsabilidad que debemos tener en la preservación de estos espacios.

El parque es hogar del pueblo pemón. Se calcula que actualmente existe una población estimada de 30 mil pemones en Venezuela, distinguidas entre tres subgrupos o subdivisiones (Pemón Kamarakoto, Pemón Taurepán y Pemón Arekuna).

 

Fuente: Mintur