Turismo

Brasil, 30% más accesible que el Caribe

Brasil es hasta un 30% más accesible que destinos similares como el Caribe, y cuenta con una amplia conectividad aérea con el Perú. Con su naturaleza variada, turismo de aventura, buen clima, playas y rutas gastronómicas, hay opciones para todos los presupuestos y gustos.

Además, el tipo de cambio se encuentra en 1 sol peruano por 1,3 reales brasileños y puede traerle mayores beneficios, ya que tendrá más dinero para invertir en alojamiento, transporte o comida. Es decir que si, por ejemplo, llega con 1000 soles, en este momento recibiría, 1379 reales.

La moneda carioca es estable, por lo que de presentarse alguna variación será mínima. Así que podrá aprovechar las oportunidades de compra. Si requiere adquirir un artículo que cuesta 100 reales en una tienda en Brasil, pagaría 73,9 soles.

Si llega con dólares americanos, por cada una de ellas, recibirá cinco reales, la moneda estadounidense presenta fluctuaciones mínimas y el pago con tarjeta de crédito es muy común en establecimientos urbanos y rurales. Con todo esto en cuenta, Brasil es un destino ideal para aquellos que buscan disfrutar de unas vacaciones de sol y playa, aventura y buena comida, mientras que aprovechan las oportunidades económicas que ofrece el país.

Otro punto a favor de Brasil es su estabilidad económica. La previsión para este año no superará el 6%. Lo que nos dice que Brasil es un destino ideal para quienes buscan una combinación única de naturaleza, aventura, clima cálido y deliciosa comida, todo a un precio accesible. ¡No te lo pierdas!

Río de Janeiro y la fiesta de fin de año

Por estos días, la ciudad se prepara para una de las fechas más relevantes en su calendario festivo. El acceso a la fiesta de Reveillon, la última noche del año, es totalmente gratuito e incluye una jornada de música y fuegos artificiales, con los pies en la arena. Casi tres millones de personas se concentran en la playa de Copacabana a esperar el fin de año y corear la cuenta regresiva, una secuencia que se replica en otras siete playas de la ciudad y el estado para que todos puedan disfrutarla y evitar aglomeraciones.

Quienes quieren pagar por exclusividad sin tumultos —a pesar de que la fiesta de Copacabana suele ser pacífica y bien organizada— tendrán opciones en kioscos y hoteles de la zona, que ofrecen cenas con vista al show de fuegos artificiales, música en vivo y fiesta privada por precios que oscilan entre 80 y 800 dólares; en este último caso para la modalidad de fiesta Black Tie en un hotel 5 estrellas y una de las terrazas más lindas de la ciudad.

Pasar el día en alguna de las playas urbanas (Copacabana, Ipanema, Leblón, Barra de Tijuca, todas accesibles en transporte público) tiene costos mínimos de comidas o bebidas, a partir de los 2 dólares en adelante, para un agua de coco, cerveza, jugo, infusión fría o gaseosa, o el tradicional maíz hervido o unos churros en carrito ambulante.

Todos los paseos de la ciudad tienen opciones, por ejemplo, la subida al cerro Pan de Azúcar en teleférico cuesta unos 15 dólares por persona, pero hay miradores alternativos y gratuitos por toda la ciudad, una de las más lindas del mundo por su combinación de bellezas naturales.

Saliendo de Río de Janeiro, entre dos y tres horas de viaje, están las hermosas playas de la región de los lagos y la Costa Verde. Ahí, la naturaleza le gana al barullo citadino y el ritmo lo imponen las aguas calmas, olas amigables y playas con reflejos verdosos y celestes de localidades como Buzios (donde el español es la lengua más hablada), Paraty, Ilha Grande o Arraial do Cabo.

São Paulo y su litoral norte

La capital paulistana es una de las mayores ciudades del mundo, con más de 12 millones de habitantes y varios récords: es la quinta ciudad global con más museos (¡111 en total!), es el séptimo mejor destino gastronómico del mundo y principal centro financiero, corporativo y mercantil de América del Sur. Pero a pocos kilómetros de esa inmensa ciudad, la naturaleza depara sorpresas impactantes: una cadena costera ubicada al norte del estado de São Paulo, accesible por rutas en muy buenas condiciones, y con cientos —no es una exageración— de playas para elegir. La costa marítima paulista es una de las más extensas y variadas, en un país que tiene más de 7.500 kilómetros de litoral. Ubatuba, Ilhabela y São Sebastião son algunos de los destinos más destacados.

Ubatuba se extiende por 80 kilómetros, con decenas de playas de arena fina, aguas color esmeralda, mar tibio y buen clima, en medio de la vegetación característica de la región, conocida como Mata Atlántica; con un buen circuito de senderos para moverse a pie, algunas playas solo son accesibles por vía marítima, misma fórmula que Ilhabela, parte de una zona de protección ambiental que incluye cascadas de agua dulce y circuitos de avistamiento de aves (Birdwatching).

En São Sebastião, el principal atractivo son sus islas, que permiten una aventura cada día a quienes se animen a explorarlas, con sus arenas blancas esponjosas —¡sí, se hunden levemente al pisarlas!—, lechos rocosos donde golpea el mar y la selva virgen donde se puede adentrar en sus senderos abiertos para profundizar en medio de naturaleza preservada.

Algunos precios en São Sebastião, por ejemplo, incluyen un guía para el sendero conocido como Trilha dos Migrantes, con unas vistas fantásticas a las playas desde los bosques tropicales de la región por 5 dólares; la práctica de rápel con guías y equipo por 20 dólares y buceo para principiantes, 78 dólares.

Los costos son una referencia para quienes no viajan con paquetes que incluyen comidas y prefieren explorar la gastronomía brasileña, que es muy diversa y suculenta. Vale resaltar que en los hoteles y posadas de Brasil, es usual que el desayuno o café da manhã vengan incluidos en la tarifa. También hay que tomar en cuenta que los precios en la playa son cerca de 15% menores de los mismos ítems en un restaurante. Algunos ejemplos, a continuación:

  • Ferry de São Sebastião a Ilhabela: 4 a 6 dólares (más caro los fines de semana y feriados)
  • Agua de coco en la playa: de 1 a 2 dólares
  • Cerveza en la playa: a partir de 1,50 dólares, en promedio
  • Caipirinhas a partir de 2,50 dólares (según la calidad de la cachaza que se elija)
  • Sopas (caldinhos) de fréjoles o mariscos: 3 a 5 dólares
  • Jarra de jugo natural de frutas 4 a 6 dólares
  • Ración de papa o yuca fritas: 4 a 5 dólares
  • Croquetas: a partir de 5 dólares la porción de 4 a 8 unidades
  • Plato para dos personas (abundante) con filete de pescado y dos guarniciones, a partir de 24 dólares
  • Hamburguesa completa con guarnición, a partir de 7 dólares
  • Ferry de São Sebastião a Ilhabela: 4 a 6 dólares (más caro los fines de semana y feriados)

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